Es tan rara la sensación de no sentir más su espalda,
es tan rara esta libertad al permanecer atrapada,
como si por fin aventurara mirando hacia la nada.
Es tan raro no ver tu reflejo en mi alma,
y al mismo tiempo sentir tu mirada,
como si el destino ya no importara.
Es tan raro verme de nuevo solitaria,
vagando por recuerdos y añoranzas,
sin titubear, sin mas miedo, sin un arma.
Es tan raro ver como todo cambia,
como una decisión que nublando la mirada;
herra el camino por andar,
y confunde fuertemente a la esperanza.
Es tan raro y tan tonto,
tan envolvente y aterrante,
tan cansado y doloroso,
es el no tenerte tu corazón anhelante.