lunes, 9 de marzo de 2009

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-¿Cómo saber qué esta bien? -¿Cómo saber qué esta mal? -No lo se… -La complementariedad… -¿Hacemos lo correcto? Es tarde, el cielo se transforma poco a poco en un estanque líquido cubierto de nubes tornasol con un sol huidizo en su interior; por la venta miro al pasar un llano verde, inmenso y sin fin, tomo su mano y le veo a los ojos, aquellos ojos azules, en los cuales siempre me refugiaba y no puedo más que pensar en seguir con lo que ya hemos empezado; lo hemos superado todo, ahora solo resta ser felices, o al menos es lo que espero… Aquella tarde tenía miedo, no sabía lo que pasaría, el deseo de ese hombre a toda costa de mandarme lejos, hubiera deseado mi muerte antes de saberse muerto en vida por mi causa; desde que llegó ese señor a nuestras vidas no hizo más que destruirnos poco a poco; sus miradas, sus insinuaciones hacia mi, cuando ella no estaba, hasta que esa tarde… Pensé que ya no podía pasar nada que me mantuviera en pie después de ello; sin embargo, él regresaba de la escuela y sintió mi propio miedo. corrió hasta mi alcoba, me encontró tendida, inmóvil y herida, lloró como nunca lo había hecho en su vida, supo lo que había pasado desde el momento en que empezó, no podía perdonarse el hecho de no poder haber llegado antes, de evitarlo de salvarme, y luchar por lo que de verdad amaba; salió de mi habitación y lo encontró justo en la entrada dispuesto con una arma, sin embargo lo golpeo hasta casi matarlo, mi madre regresó del trabajo, les vio con ojos aterrorizados y su decisión que nunca fue suya se hizo aun más fuerte, no le importó en lo absoluto lo que me pasara, solo que estuviera lejos de ellos dos, su propia alma entro en conflicto con ella misma aquel hombre que irrumpió en mi ser a costa del supuesto amor que le tenía a ella o su hija a quien empezaba a ver como una rival olvidando que alguna ves la llevo entre sus brazos. Tomó las llaves y salio de prisa sin importarle nada; compró el primer boleto que salía al día siguiente hacia Alemania. Mientras tanto no podía hacer nada más que refugiarme en aquellos ojos azules, perderme en ese mar dentro de mi otro yo que me protegía y escapar de todo, incluso de mi misma; él me miro fijamente, lleno una maleta con nuestras cosas y partimos antes de saber nadamás. Una tormenta cubre de nieve las ventanas… pasó poco tiempo, me vi atrapada entre los hierros retorcidos de las vías, el inmenso frío de helada noche me invadió, solo alcance a tomar su mano. Ahora siempre estaré junto a él, como en el principio antes de ver la luz; a su lado desde el primer minuto de estar en esta vida, hasta el último segundo de la misma.
Ok sin talento jejeje, despues de una peda de tres dias se me ocurre escribir jajaja
XD

3 comentarios:

  1. hola¡¡¡
    te quiero mucho
    peshazuka
    jeje te quiero
    y ya no te deprimas ni te embriagues con vino¡¡¡¡
    jejeje

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  2. No estoy de acuerdo contigo, hay talento de sobra en este texto. Es sincero, honesto, y manejas bien el suspenso. Yo cuando tenía tu edad no escribía así, de hecho no escribía. Me daba pánico. Así que disfrutalo!
    Abrazos

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